La mayoría de la gente de Florida pasa el verano en el agua, pero Rose Santana prefirió estudiarla. Gracias a una beca de nuestra Fundación, Rose realizó una pasantía en el Instituto de Investigación de Pesca y Vida Silvestre de Florida en San Petersburgo, donde estudió las praderas marinas y los efectos de la calidad del agua, las prácticas pesqueras y el cambio climático en su desarrollo.
Nuestra Fundación se enorgulleció de financiar la pasantía en asociación con Mujeres negras en la ecología, la evolución y las ciencias marinas Promover la diversidad en la conservación y las ciencias marinas. Con apoyo adicional para el desarrollo profesional, esta iniciativa no solo fomenta la investigación, sino que también garantiza el éxito y la retención a largo plazo de los grupos subrepresentados en el campo.
“Decidí desde muy joven que quería estudiar biología marina”, dijo Rose. “Mis abuelos, tanto por el lado de mi familia como por el de mi padre, son pescadores de la República Dominicana, por lo que el océano es muy importante para nuestra vida en la isla”.
La investigación de Rose consistió en pequeños frascos de vidrio con cinco brotes de pastos marinos en cada frasco, cada uno creciendo en una temperatura de agua diferente. El cuidado de cada frasco incluyó cambios de agua casi diarios y una recopilación meticulosa de datos, anotando los cambios en el crecimiento de los brotes de pastos marinos y cómo respondían a múltiples factores estresantes. Y su investigación no podría llegar en un mejor momento: la disminución de la calidad del agua y el cambio de temperatura debido al cambio climático han causado Una masiva muerte de pastos marinos en la costa este de Florida.
Fomentar la diversidad en la ciencia no es solo una cuestión de equidad, sino también de fortalecer el campo. Las diferentes perspectivas aportan nuevas ideas, conocimientos culturales más profundos y enfoques innovadores para resolver los complejos desafíos ambientales actuales. Al apoyar a investigadores como Rose, ayudamos a dar forma a un futuro más inclusivo y resiliente tanto para nuestros ecosistemas como para las personas que trabajan para conservarlos.