
En 2014, se observó por primera vez una enfermedad de pérdida de tejido coralino no identificada en el condado de Miami-Dade y se propagó rápidamente por las áreas del norte del Tracto de Arrecifes de Florida (FRT). El brote de la enfermedad continuó avanzando de manera lenta y persistente al sur de Miami a través de los Cayos Superiores y Medios, y llegó a los Cayos Inferiores en abril de 2018. Múltiples factores hacen que este brote de la enfermedad sea un evento sin precedentes; principalmente, la cantidad de especies de coral confirmadas con lesiones. Se han reportado lesiones en más de 25 especies de las ~45 especies de corales pétreos en Florida, y se sospecha que otras especies de coral pueden verse afectadas, pero que no se están detectando con los esfuerzos de monitoreo actuales.
Una vez que un coral se ve afectado por esta enfermedad y comienza a perder tejido, es casi seguro que toda la colonia morirá en cuestión de semanas o meses. La tasa de progresión de la enfermedad varía según la especie e incluso entre las colonias de una misma especie, pero en general no hay sobrevivientes con mortalidad parcial. Esta progresión particular difiere de brotes de enfermedades anteriores o de grandes eventos de blanqueamiento en los que solo murió una parte de una colonia de coral, pero la parte sobreviviente podría potencialmente regenerar tejido y recuperarse.
Los investigadores aún están trabajando para confirmar los patógenos y los mecanismos de transporte, pero hay indicios de que se trata de una infección bacteriana que se propaga por el agua y a través del contacto directo con corales infectados. Los datos de monitoreo de 2017 y 2018 muestran que muchos corales de Florida han sufrido una reducción de entre 50% y 90% en la abundancia según la susceptibilidad específica de la especie a este brote, y la enfermedad aún se está propagando. El margen de la enfermedad se encuentra actualmente en el área de Lower Keys (es decir, a unos 5 km al oeste de Looe Key) y se espera que continúe moviéndose hacia el suroeste a lo largo del FRT a medida que aumenten las temperaturas del agua en verano.
La gravedad de esta situación ha llevado a FWC y a sus socios a realizar un esfuerzo sin precedentes para preservar los corales de las áreas de arrecifes antes de que se acerque el brote, de modo que estemos preparados para la restauración una vez que la enfermedad haya seguido su curso. FWC, el Servicio Nacional de Pesca Marina (NMFS), el Santuario Marino Nacional de los Cayos de Florida (FKNMS) y el Departamento de Protección Ambiental de Florida (FDEP) han reunido al Equipo de Rescate de Corales de Florida (Equipo de Rescate) y han comenzado a desarrollar un Plan de Rescate de Corales de Florida para salvar lo que queda de las reservas de coral saludables de Florida. Este Plan de Rescate tiene dos objetivos principales: 1) prevenir la extinción ecológica a lo largo de la FRT para las especies más susceptibles, y 2) mantener la mayor diversidad genética posible para ~25 especies prioritarias en preparación para la restauración y futuras perturbaciones.
La cruda realidad es que si el Equipo de Rescate no puede desarrollar y ejecutar completamente el Plan de Rescate en un período de tiempo muy corto, un tercio de las especies de coral que se encuentran en Florida se extinguirán ecológicamente, y no quedarán más que unos pocos corales relictos esparcidos por el FRT. Hacer clic aquí para apoyar el trabajo.