La científica investigadora, la Dra. Jan Landsberg, siempre ha tenido una mente inquisitiva y un interés por la biología. Después de completar sus estudios en su país natal, Inglaterra, trabajó en un laboratorio de enfermedades de los peces en Israel. Después de una parada en la Universidad de Carolina del Norte, comenzó a trabajar para FWC hace más de 30 años.
Jan ha estado a la vanguardia de la resolución de muchos de los enigmas ecológicos de Florida. Uno de los casos más interesantes en los que trabajó involucró a los peces globo tóxicos que viven en la laguna Indian River Lagoon (IRL). Los pescadores de Nueva Jersey capturaron peces globo en la IRL, los llevaron a casa, los comieron y enfermaron gravemente. Jan y sus colegas inicialmente supusieron que la enfermedad se debía a tetrodotoxinas naturales presentes en los hígados de los peces globo, pero le informaron que las toxinas encontradas eran saxitoxinas. Después de la investigación inicial del filete de pez globo en el caso de Nueva Jersey, un científico canadiense determinó que el culpable era la saxitoxina, que, al igual que las tetrodotoxinas, puede ser mortal si se consume. Jan y un equipo de científicos estatales y federales se propusieron descubrir la fuente de las saxitoxinas en los peces globo. Descubrieron que una de las algas de la IRL, conocida como Pirodinium bahamense, fue responsable de producir las saxitoxinas, posiblemente debido a cambios ambientales en la región o a la carga de nutrientes. Jan ha encontrado evidencia circunstancial de que se habían encontrado peces globo con saxitoxinas en la IRL ya en la década de 1950. Para evitar que la gente comiera la carne tóxica de pez globo, la FWC prohibió la pesca de peces globo en la IRL, una prohibición que todavía se mantiene en la actualidad.
En los últimos años, Jan y sus colegas han trabajado para comprender mejor la enfermedad de pérdida de tejido de los corales pétreos. Ella compartió que puede ser difícil trabajar con los corales debido a sus esqueletos duros. Al examinar los corales microscópicamente mediante un proceso llamado histología, primero se debe disolver el esqueleto para ver los tejidos blandos en el interior. Este proceso permite a los investigadores ver cómo la enfermedad está afectando al coral y cómo puede dañar los delicados tejidos del animal. Ella ha examinado muestras de tejido de corales sanos y enfermos, comparando su estructura celular y buscando posibles microorganismos asociados. También compara muestras de tejido de partes enfermas de un coral y áreas aparentemente no afectadas. Esto ha permitido a Jan y sus socios descubrir que las lesiones de la enfermedad se forman inicialmente en el interior de los corales, incluso si inicialmente no son visibles externamente. También ha observado que la enfermedad parece comenzar cerca del canal gastrovascular del coral y se extiende hacia la superficie del animal. Si bien la causa de la enfermedad no se conoce por completo, la teoría principal es que las bacterias (u otro microorganismo) o varios microorganismos que trabajan juntos son los responsables. Jan y sus colegas están actualmente aprendiendo más sobre cómo funciona la enfermedad, cómo se causa y cómo se puede prevenir.
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